De: joo cesar - jocajoo1@yahoo.es
Fecha: Lun, 1 de Oct, 2007 3:58 pm
Asunto: Sobre Mario Terán el asesino del Che
Mario Terán el asesino del CHE
En el diario del CHE, en la página correspondiente al 6 de octubre podemos leer: “La radio chilena informó que hay 1.800 hombres persiguiéndonos”, la situación era terrible sin embargo, la solidaridad entre los guerrilleros ayudaba a seguir adelante.
El 8 de octubre de 1967 amaneció frió en la Higuera, cerca de allí la diezmada columna del CHE avanzaba difícilmente, el Chino y el Moro estaban cada vez más enfermos, los guerrilleros se acercaron a tomar agua de un arroyuelo y fueron detectados por un espía del ejército que avisó de su presencia a la Higuera, donde estaban concentrados los comandos de la persecución.
Los guerrilleros llegaron a la intercepción de las quebradas del Yuro y San Antonio y se encontraron que estaban rodeados, el CHE organizó la resistencia, ordenó esconderse para tratar de romper el cerco en la noche, pero cuando el Ñato y Aniceto salieron a reemplazar a Pombo y Urbano en el puesto de guardia, fueron detectados por el ejército boliviano y se inició el tiroteo, los 17 guerrilleros resistieron heroicamente hasta cuando se les agotó la munición.
El CHE se enfrentó a la sección del sargento Bernardino Huanca y combatió contra ellos hasta que una bala inutilizó su carabina y su pistola se quedó sin munición, Antonio, Arturo y Pacho murieron cuando una granada hizo blanco sobre ellos, Willy estaba herido al lado del CHE que tenia una pierna herida, El Che y Willy trataban de salir del sitio y se encontraron de frente con los soldados Balboa, Choque y Encinas, después llegó el sargento Huanca que se acercó al Che y le asestó un culatazo en el pecho y colocó el fusil en posición de disparar, a lo que Willy se interpuso y gritó con voz autoritaria: "¡Carajo, este es el comandante Guevara y lo van a respetar!".
El Che, Willy, el Chino, y Pacho que estaba gravemente herido fueron conducidos junto a los cadáveres de Antonio, Aniceto y Arturo, a la escuelita de la Higuera, el CHE trató de atender a Pacho pero no lo dejaron, Pacho moriría poco después desangrado. A pesar de la situación, el Che no olvidó nunca a sus compañeros, cuando Ninfa Arteaga, esposa del telegrafista de La Higuera, le llevó un plato de sopa, antes de recibirlo, el CHE le preguntó si los demás prisioneros habían comido.
El CHE estaba herido, derrotado militarmente, pero con la moral en alto, el 8 de octubre de 1967, aproximadamente a las 23:00 horas, el presidente boliviano, recibió la orden que llegaba desde Washington a través del embajador gringo en Bolivia de asesinar al Guerrillero Heroico. El 9 de octubre por la mañana, el agente de la CIA (de origen cubano) Felix Rodríguez o Felix Ramos como se hacia llamar, recibió una orden radial cifrada de asesinar al CHE. Para llevar a cabo la misión los oficiales le preguntaron a los soldados quien quería matar al CHE, aceptaron la orden Mario Terán, Bernardino Huanca y Carlos Pérez Panoso, quienes estaban borrachos y bastantes agresivos contra los detenidos.
En entrevistas de prensa de la época, Mario Terán declaró que cuando entró al aula ayudó al Che a ponerse de pie; que estaba sentado en uno de los bancos rústicos de la escuela y aunque sabía que iba a morir se mantenía sereno. Terán afirmó que él se sintió impresionado, no podía disparar porque sus manos le temblaban. Dijo que los ojos del Che le brillaban intensamente, que lo vio grande, muy grande y que venía hacia él; sintió miedo y se le nubló la vista, al mismo tiempo que escuchaba como le gritaban: "¡Dispara cojudo, dispara!", luego le contó a los periodistas que él cerró los ojos y disparó, después hicieron lo mismo el resto de los presentes.
Por qué escribo hoy esta nota? Sucede que esta semana, el hijo de Mario Terán se presento a la redacción del periódico “El Deber” de Bolivia con el ruego de que publicaran una nota de agradecimiento a los médicos cubanos que en un hospital donado por Cuba al pueblo boliviano, habían intervenido quirúrgicamente dentro de la llamada operación milagro, a su padre Mario Terán que se encontraba casi ciego por culpa de las cataratas y que gracias a esta operación, su padre se encontraba ahora gozando de una buena salud.
40 años después de su crimen, el CHE vuelve a ganar otra batalla, ahora Mario Terán, el soldado que una mañana de octubre lo asesinó en la Higuera, recibe el milagro de volver a ver, podrá leer el próximo 8 de octubre la noticia que aparecerá en todos los diarios decentes del mundo : El CHE sigue mas vivo que nunca
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