De: mamh_red - mamh_red@yahoo.es
Fecha: Mar, 18 de Mar, 2008 1:04 pm
Asunto: R. María Venegas: Una mentira presidencial en Japón
Expreso, 18-03-08
CUESTION PREVIA
Rosa María Venegas Mello (UPP)
Una mentira presidencial en Japón
El presidente Alan García está dispuesto a avergonzar al país con tal de halagar a los inversionistas extranjeros. No se necesita renunciar a la dignidad de un país para obtener nuevas inversiones del exterior. China es uno de los ejemplos más resonantes en ese sentido. Pero parece que a nuestro presidente no le parece serio el tema del respeto a la imagen del Perú.
“ El Perú es el único país del mundo que ha elegido presidente a un japonés”. Eso es lo que acaba de decir el señor García durante su visita a Japón ante un auditorio de empresarios de dicho país. Por supuesto que el auditorio aplaudió y festejó lo dicho. Lamentablemente eso no fue todo. El mandatario agregó que para el Perú fue un “grave error” el alejarse de Japón debido al caso Fujimori.
Un ciudadano japonés podría decir falsedades sobre cómo fue elegido Fujimori en el Perú de los 90. Total la lejanía y la escasa información sobre el Perú en el Japón podrían disculparlo. Peruanos fujimoristas también podrían distorsionar las cosas. La identificación con su líder o la simple complicidad podría llevarlos a eso.
Pero es inadmisible que sea el Presidente quien diga mentiras respecto a ese tema. Él ocupa la más alta jerarquía de la República, personifica a la Nación, representa al Estado dentro y fuera del país y dirige nuestra política exterior. Por tanto no puede hablar con ligereza ni falsedad sobre un caso que agravió a nuestro país.
Es falso que en 1990 y en 1995 los peruanos hayamos elegido presidente a un japonés. Quienes votaron por Fujimori en esos años, o en el 2000, lo hicieron pensando que era peruano. Las autoridades que inscribieron su candidatura en esos procesos electorales y luego, cuando ganó, lo reconocieron como presidente electo, lo hicieron creyendo que era peruano.
Todas las veces que el señor Fujimori pronunció discursos ante foros internacionales, o que visitó otros países, lo hizo como peruano. En las veces que visitó Japón, también lo hizo como peruano, incluida la última vez que entró a dicho país antes de convertirse en fugitivo de la justicia.
Solo después que se fugó es que Fujimori arguyó que era ciudadano japonés. Antes mintió a todo el país diciendo que se iba a un evento internacional cuando en realidad se escapaba. Al Congreso que lo creyó peruano y lo trató como Presidente, dicho personaje lo trató como a un club de barrio y le envió su renuncia por fax. La imagen internacional del Perú fue la de un país burlado por un aventurero.
Fujimori fue reclamado por el Perú como peruano extraditable. La Corte Suprema y el Gobierno de Chile lo definieron como extraditable peruano y lo entregaron para que sea procesado por la justicia peruana. Una sala de nuestra propia Corte Suprema ya lo ha condenado por uno de los delitos en que incurrió. Esa misma sala lo tiene sentado como acusado por una serie de otros gravísimo delitos. Todo esto como peruano. Violador de la Constitución y las leyes, pero peruano aunque nos pese.
Si la relación con Japón se enfrió, eso no fue por error peruano. Los representantes del Estado japonés tuvieron sus propias consideraciones y compartieron la argucia de que Fujimori era japonés. Lo mantuvieron lejos del alcance de la justicia peruana por 9 años. ¿Paniagua y Toledo debían visitar Tokio y sonreír con el emperador y los primeros ministros que protegían a un ex presidente peruano fugitivo?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario