Carnaval electoral - Fritz Du Bois (PERU21)

De: Alvaro Pinto - alvaroipc@hotmail.com
Fecha: Dom, 1 de Mar, 2009 4:28 pm
Asunto: Carnaval electoral - Fritz Du Bois (PERU21)

http://peru21.pe/impresa/noticia/carnaval-electoral/2009-03-01/239904

Opinión | Dom. 01 mar '09

Carnaval electoral
Autor: Fritz Du Bois

Las profesiones tienden a crear deformaciones en aquellos que la practican toda su vida. Un ingeniero va a examinar hasta el último detalle cuando va al teatro, mientras que el abogado conceptualizará sobre el significado de la obra y el economista tratará de determinar si la utilidad que hizo el productor por montarla fue la adecuada. En el caso de los políticos, ellos viven permanentemente en campaña, no importa el tema en discusión ni la lejanía de la elección, el político siempre dirá que su propuesta es mejor.

Ello explicaría el por qué están tan ansiosos por arrancar las elecciones de 2011, año y medio antes de tiempo. En realidad, toda esta discusión sobre frentes y alianzas va a quedar en nada. A pesar de todo, del discurso sobre afinidades ideológicas y de la búsqueda de consenso programático, al final del día, son las encuestas las que determinan quiénes integran la plancha y cuánto espacio hay para otros en la lista.

Así que el suelo está parejo y no hay motivo para excitarse, ya que las alianzas no se deciden antes de mediados del próximo año.

Sin embargo, el general ruido electoral tan temprano puede tener un costo alto. Si un inversionista ve al premier y a los líderes de oposición debatiendo acaloradamente sobre el frente electoral, peor aún, si escucha los adjetivos de tan alturada discusión, va a tener, sin duda, la impresión de que estamos al borde de la convulsión.

Difícil esperar que en esas circunstancias alguien invierta en el país, lo más probable será que optarán por esperar a que pase el ciclo electoral antes de tomar una decisión.

Por lo tanto, a lo que nos está llevando esta innecesaria discusión es a que los ciclos electorales sean cada vez más amplios con todas las consecuencias que ello conlleva en pérdida de inversión.

Incluso, si no se pone fin a este frenesí y los insultos electorales siguen llenando las primeras planas a diario, este gobierno habrá tenido un mandato que durará solo el 50% de su período normal antes de tener que entrar nuevamente al remolino electoral.

Esperamos que esta temprana obsesión sea solo una combinación de aburrimiento de verano y demasiados niños en casa gritando; contando también con una dosis de cortina de humo y un poco de ansiedad por la falta de mención de algunos en los sondeos de preferencia electoral.

Por ello, confiamos que con el retorno de las labores congresales en el pleno y el fin de las vacaciones escolares, la política regrese a su cauce normal. Porque, de lo contrario, nuestra economía, sin duda, sufrirá. Ojalá que esta payasada preelectoral concluya con el último fin de semana de carnaval.