miércoles, 18 de marzo de 2009

NUEVO ARTICULO DE COYUNTURA JUDICIAL (CESAR FERNANDO O´PHELAN PEREZ)

De: Fernando O'Phelan - fernandoophelan@yahoo.com.mx
Fecha: Mié, 18 de Mar, 2009 12:00 pm
Asunto: NUEVO ARTICULO DE COYUNTURA JUDICIAL

para su lectura y comentario. muchas gracias

CESAR FERNANDO O´PHELAN PEREZ
PRO JUSTICIA.





LA VERGÜENZA DEL SIERVO



FERNANDO O´PHELAN P.



Mira a tu alrededor, esos empleados de 300 dólares mensuales, esos jueces de 3,000 dólares mensuales, mira a tu alrededor, ese juez de paz que debe movilizarse dos días a Cangallo, a su vez a cinco horas de Huamanga Ayacucho. Mira a tu alrededor estas parado en plena ceremonia y solo puedes alcanzar el micrófono al Rey.¿ Donde esta el honor?



Hace algunos años me di cuenta que estaba como finalista para un concurso: Sería elegido el nuevo regente del Poder Judicial de los druidas y los celtas. Mis ánimos y mi conocimiento estarían dispuestos para inyectar algo más que la ingeniería social que Hayek condenaría. En fin a pesar que quede finalista estuve apunto de no ser elegido, el concurso iba ha abortar. La televisión y la denuncia me ayudó.



Llegue nuevo y limpio sin conocer el monstruo, con mis afanes informáticos. Hoy luego de tantos años, luego de varios presidentes de cortes supremas, miembros del consejo ejecutivo, luego de tantos cigarros, trajes grises como mi trabajo y camisas, casi ninguna sin puño doble, me convertí en un artista.



Capaz de mimetizarme de hacerme insignificante y guardarme mis grandes ideas pues a los ojos de ese viejo presidente solo era un empleado, casi mayordomo. Que pena si supieran que use lo mejor de mis neuronas para entender la realidad judicial y solo lograr explicar las cosas con cuadros y gráficos como si salieran de un libro de educación primaria.



He conversado con varias misiones internacionales, me he obstinado en un paquete informático que ya nadie ve útil por tantos parches. Cada vez que asisto a esas reuniones de nuevos presidentes de Cortes Superiores ensayo lo mismo: Cuadros, gerentes que repite lo mismo con nuevas cifras, incluso llego al extremo de hacer que crean que eso del presupuesto participativo es verdad.



Nunca comprendí lo que es la justicia, menos aún el impacto que tienen mis decisiones en los juzgados, en los litigantes. Me hago el sordo cuando se que no trato bien a los presidentes de cortes, debo aguantar llamadas de jueces que no entiendo.



La experiencia con varios presidentes druidas o no me ha hecho el mas experto en manejar el día a día al fin de cuentas un poco de favores, contrataciones, ventajas de gastos, viáticos a miembros del consejo ejecutivo, computadoras en exceso donde no se necesitaba y maquinas de escribir sobrantes donde todo falta.



He hecho de jefe de prensa, de negociador con el sindicato, de amanuense, de experto en despacho judicial, de responsable de la reforma informática, de los juzgados con paredes de triplay. Preparo las presentaciones en Power Point que cualquier líder o sub líder judicial necesita.



Se que es mejor llevarlos al chifa clasemediero que a un restaurante respetable de comida fusión , he llegado a manejar al detalle la idiosincrasia y la cultura de lo cotidiano en la junta de ancianos y en los jefes druidas de cada región. Pensé que era difícil mimetizarse olvidarme de mis ideas innovadoras, de mi búsqueda de instrumentos para la transparencia.



Me he preguntado varias veces para que sigo siendo el regente del reino judicial. Me he librado de acusaciones reales o infames, de envidia internas y como animal en sobrevivencia he buscado mis aliados para sobrevivir a pesar de mis valores iniciales. Ya no soy el hombre que llegó al reino judicial hace años para demostrar que se puede administrar el funcionamiento de la maquina y hacer que los decidores judiciales comprendan que su caducidad y amor por los costos ocultos y abogados- socios es un asunto que tarde o temprano debe terminar.



Ya no me reconozco en ese intento. Ahora represento el status quo, la miopía para impedir una relación real entre el Poder judicial los ciudadanos, hay miembros de la corte suprema que no quieren que siga en el cargo, otros se han acostumbrado a mis "apoyos". Los que deben supervisarme no saben como hacerlo. He convertido mi presencia en los ceremoniales provincianos a lo largo del país en algo patético: comprando ventiladores, pagando cuentas, haciendo que escucho pedidos de contrataciones para que no colapse las cortes. También he ayudado a crear, y no me he opuesto, juzgados innecesarios, en particular esos cuatros años en que el norte del país estuvo muy favorecido.



Me he visto cambiando de animo: Altivo o humillado, depende del clima palaciego Me veo con el traje claro, la mirada turbia y mis ojos ese día: El equipo que el nuevo rey traía se cayó como un castillo de naipes, nadie imaginaria que esa también era mi habilidad, me la pase susurrando uno a uno mi lealtad, conforme iban cayendo, mis susurros eran intensos para menos gente; así hoy soy el único que susurra de verdad como un siervo que se traiciona a si mismo. Ni Robert Maxwell soportaría que yo siga de gerente.

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