De: Walter Saavedra - ching_tien_tao@yahoo.com
Fecha: Mar, 18 de Sep, 2007 9:51 am
Asunto: EL REY DAVID Y EL MANEJO DEL PESAR
Hermosa historia es la que a continuación transcribimos de la pagina de nuestra amiga Verito. Ya habia leido esta historia, pero siempre hay ocasion para leer o releer lo ya leido pues cada nueva lectura se hace con una mirada diferente y cuando se nos envia uno busca lo que la persona que la envia ha visto y entonces queremos ver la historia con los ojos de los demas, y lo queremos asi puesto que de esa manera podemos aprender mucho de aquello que uno podria haber llegado a pensar que no podia aprender mas o que ya no podría sacarle mayor provecho, por las razones que fueran. Tambien se reafirma la idea que yo desde mucho antes tenia: que Galilea se llamaba Isarel sin incluir inicialmente a Juda. Juda e Israel estaban enfrentados historicamente, y lo curioso es que Jesus nace en Juda y vive prácticamente toda su vida en Israel, es decir, vive alli hasta su regreso a su lugar de nacimiento donde tambien muere... El que es reconocido como Rey de los judios apenas al nacer, muere siendo reconocido como rey de los judios según constaba en el letrero que fue colocado en la cruz donde murio: INRI (Jesús rey de los judios). Jusus muere uniendo en si, a los dos sectores del conjunto de Israel, como su antepasado el rey David habia hecho (el acostumbraba decir que era hijo de David o hijo del hombre, que vendria a ser lo mismo).
Claro, el manejo del dolor es algo importante, aunque siendolo me gusto, mas me trajo a la mente este punto que he señalado, pero a todos les sera muy util el manejo del dolor que se hace en la historia.
Walter Saavedra.
EL PESAR
La culpa nos hace hacer cosas extrañas para compensar. Una experiencia bíblica nos gráfica muy bien este sentir.
Los protagonistas David, Betzabé y Urias. Fue en estas circunstancias en que el famoso rey David escribe el Salmo 51. También da cuenta que el poder tiende a corromper al ser humano,
Cuenta la historia que el Rey de Israel David, envió a sus ejércitos a campaña, sin embargo, David se quedo en Jerusalén. Una tarde al levantarse David de su cama y pasearse por la azotea del palacio real, vio desde allí a una mujer muy hermosa que se estaba bañando. Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: «Aquella es Betsabé, mujer de Urías, el heteo.
Entonces David ordeno a unos mensajeros que se la trajeran, y se acostó con ella; después de lo cual ella regresó a su casa.
La mujer quedo embarazada y así se lo hizo saber a David: Entonces David envió a decir a Joab: «Envíame a Urías, el heteo. Cuando Urías llegó ante él, David le preguntó por la salud de Joab, por la salud del pueblo y por la marcha de la guerra. Después dijo David a Urías: «Desciende a tu casa, y lava tus pies». Cuando Urías salió del palacio real, el rey le envió comida especial como regalo. Pero Urías en lugar de ir a su casa, paso la noche a las puertas del palacio, con los soldados de la guardia real.
Cuando le contaron a David que Urías no ha había ido a su casa, David dijo a Urías:
--¿Por qué, no fuiste a tu casa, después del viaje que has hecho? Urías respondió a David:
--El Arca, Israel y Judá habitan bajo carpas; mi señor Joab y los oficiales de mi señor, en el campo; ¿cómo iba yo a entrar en mi casa para comer y beber, y dormir con mi mujer? ¡Por la vida tuya , nunca haré tal cosa¡ David dijo entonces a Urías:
--Quédate aquí hoy también, y mañana te iras. Se quedó Urías aquel día y el siguiente en Jerusalén. David lo convidó a comer y a beber con él, y lo emborrachó. Por la tarde Urías salió a dormir, junto a los soldados de la guardia real, pero no fue a su casa.
A la mañana siguiente, escribió David una carta a Joab, la cual envió por mano de Urías. En ella decía: «Pongan a Urías al frente, en lo más recio de la batalla, y luego déjenlo solo, para que sea herido y muera». Y murió también Urías, el heteo.
Al oír la mujer de Urías que su marido Urías había muerto, hizo duelo por él. Pasado el luto, envió David por ella, la trajo a su casa y la hizo su mujer; ella le dio a luz un hijo. Pero esto que David había hecho fue desagradable ante los ojos de Jehová.
Jehová envió a Natán ante David; y al llegar le dijo: Había dos hombres en una ciudad, uno rico y el otro pobre. El rico tenía numerosas ovejas y vacas, pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado, bebiendo de su vaso y durmiendo en su pecho igual que una hija. Un día llegó un viajero a visitar al hombre rico, y este no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas para dar de comer al caminante que había venido a visitarlo, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y la preparó para quien había llegado de visita.
Se encendió el furor de David violentamente contra aquel hombre, y dijo a Natán: ¡Vive Jehová, que es digno de muerte el que tal hizo!
y no mostrar misericordia. Entonces dijo Natán a David:
--Tú eres ese hombre. Así ha dicho el Señor, Dios de Israel: "Yo te escogí como rey de Israel, te entregué el palacio y las mujeres; de tu señor además te di la casa de Israel y de Judá; y como si esto fuera poco, te habría añadido mucho más. y hecho lo que no me agrada. Has asesinado a Urías, el heteo, y te apoderaste de su mujer
Entonces dijo David a Natán: He pecado contra el Señor.
El Señor hizo que el niño que David había tenido con la mujer de Urías se enfermará gravemente. Entonces David rogó a Dios por el niño; ayunó David, se retiró y se pasó la noche acostado en tierra. Al séptimo día murió el niño. Los siervos de David temían hacerle saber que el niño había muerto, comentando entre sí: «Cuando el niño aún vivía, le hablábamos y no quería oír nuestra voz; ¿cuánto más se afligirá si le decimos que el niño ha muerto?» Pero David, viendo a sus siervos hablar entre sí, comprendió que el niño había muerto; por lo que preguntó David a sus siervos:
--¿Ha muerto el niño? Si ha muerto --respondieron ellos.
David se levantó entonces de la tierra, se lavó y se ungió; cambió sus ropas, entró a la casa de Jehová y adoró. Después vino a su casa y pidió que le pusieran pan, y comió.
Sus siervos le dijeron: --¿Qué es lo que haces? Cuando el niño aún vivía ayunabas y llorabas; cuando murió, te levantaste y comiste pan.
David respondió: --Mientras el niño aún vivía, yo ayunaba y lloraba, pensando: que quizás el Señor tendría compasión de mí y lo dejaría vivir
Pero ahora que ha muerto, ¿Qué objeto tiene que yo ayune, si no puedo hacer que vuelva a la vida? Yo iré a reunirme con el, pero él no volverá a reunirse conmigo.
David consoló a Betsabé, su mujer, se llegó a ella y durmió con ella. Ella le dio a luz un hijo y le puso por nombre Salomón. El Señor amó a este niño.
¿QUE HIZO DAVID? ¿QUE HARIAMOS NOSOTROS?
a) Acepta LO QUE NO PUEDAS CAMBIAR: el pasado no se puede cambiar, déjalo atrás
b) Concéntrate en lo que tienes NO EN LO QUE PERDISTE
c) Obtén de tu dolor ALGO MÁS QUE TU DOLOR:
· APRENDIZAJE
· EMPATIA
· MINISTERIO: Toma tú dolor y ponlo al servicio del Señor
· CARACTER
· FORTALEZA.
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