martes, 16 de octubre de 2007

DE LOS AÑOS QUE PASAN

De: Walter Saavedra - ching_tien_tao@yahoo.com
Fecha: Mar, 16 de Oct, 2007 3:26 pm
Asunto: DE LOS AÑOS QUE PASAN

DE LOS AÑOS QUE PASAN…


Walter Saavedra

Una muy buena amiga mia, me ha enviado un texto que tiene por nombre “Nos estamos volviendo viejos” y es ciertamente hermoso... Pero, a diferencia del autor, no soy uno de quienes se identifican plenamente con lo que se dice y tampoco o he reenviado a quienes pienso que les va a gustar porque se identifiquen con él. Se lo he reenviado a quienes puedan gustar del mismo porque han de comprender que la vida lleva al ser humano por esa ruta, la ruta de la vejez, y que si la estamos siguiendo nosotros ahora, otros, los más jóvenes, también han de seguirla inevitablemente, aunque ellos no se den cuenta, sean reacios a aceptarla o piensen que falta mucho para que lleguen a esa situación y aunque es cierto que les falta mucho el tiempo pasará sin que se den cuenta, como ha pasado por nosotros de de pronto nos dimos cuenta que “ya fuimos”. Y he reenviado el texto porque me ha hecho comprender las características de mi propia juventud, aquella que está tan lejana de mí, que recordarla que cuesta trabajo, pero me gusta recordarla para poder comprender a los que ahora son jóvenes, porque la juventud de cualquier tiempo que sea siempre tiene elementos comunes aunque muchos de los jóvenes solo vean las diferencias. Yo no me hago muchas ilusiones, es cierto, con aquello que los jóvenes de hoy gustan... Yo solamente quiero vivir aquello que me es diferente sin exigir a nadie que comulgue con mis gustos. Me gusta ver reír a una persona porque se siente feliz, me gusta ver bailar a una persona porque quiere expresar su felicidad así… Gusto mucho de pasear por la playa cuando no hay nadie, porque no me gusta ir a una playa abigarrada de gente… si no me gustó nunca eso cuando yo era joven, no esperen que me guste ahora. Siempre fue un placer para mí, lo que ahora me gusta porque desde antes me gustaba... Claro que con muchos matices de diferencia, eso es evidente. Hoy camino más lentamente, pero no sé si medito más que antes, porque siempre me gustó ir pensando en lo que se acercaba a mí en cualquier ámbito que fuera. Soy diferente, eso no lo dudo. Pero lo que no me gusta ahora puede que nunca me haya gustado, o puede que adquirí ese disgusto por la edad... ¡Vaya uno a saberlo ahora! En estos tiempos en que vivo, gozo, como algunos dicen, de mi soledad, de mi tristeza, de mi ansiedad, de mi depresión, de mi amor, de lo que no me dan o me niegan... y sigo mi camino cuando el momento ha llegado. Hoy estoy aquí, mañana quién sabe dónde estaré. Pero nada me detendrá si es que quiero seguir adelante -y tengo la oportunidad de seguir adelante, por cierto-, nada me detendrá... El tiempo pasa y he aprendido a gozar de todo aquello que puede dar placer o de aquello a lo que uno tiene que buscarle el placer. Siempre fui así... pero hay muchas diferencias que ahora yo no sabría explicar. Hay muchas experiencias que se han acumulado en mi ver, hay muchos conocimiento que antes no tenía, hay formas de expresarme que antes no concebía o rechazaba, hay tantas cosas que en mi son nuevas que me extraña a mí mismo el poder manifestarlas o hacerlas. Me gusta conversar, comprender, hacer las cosas -si son con otras personas- de acuerdo con sus puntos de vista o con los míos dependiendo del momento y las circunstancias. Me gusta que conversen conmigo, que me comprendan, así como comprender a los demás. Ese texto que me han enviado- y que yo he reenviado-, es hermoso, qué duda cabe, pero peca de ser algo pesimista, y nos pone, a quienes hemos llegado a la edad de la inocencia, como elementos que viven del pasado, que solamente escuchan música retro, que leen únicamente lo que ya no es actual. Es curioso que la mayor parte de mi vida haya hecho eso porque las condiciones y las circunstancias así me lo hayan exigido y era joven, muy joven. Ahora que la vejez viene a visitarme, no me importa hacerlo ni me importa leer lo que es nuevo, me gusta leer a los jóvenes, hablar con los jóvenes. Y eso porque me gusta aprender y de ellos aprendo hasta cuando no saben que me están enseñando mucho. Aquí nomás que quede lo que intento decir porque si sigo, no terminaré ni el día de todos los santos que dicen que en algunos sitios es el día de los muertos y en otros el día de los vivos, en algunos es el día de los niños y en otros el día de todo el mundo. ¡Esas son cosas de la vida!

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