De: Alvaro Pinto - alvaroipc@hotmail.com
Fecha: Mar, 14 de Jul, 2009 5:40 pm
Asunto: Los desubicados - Fritz Du Bois (PERU 21)
http://peru21.pe/impresa/noticia/desubicados/2009-07-14/251379
Los desubicados
Fritz Du Bois
De primera impresión, la medicina no sería la profesión que uno asociaría con indiferencia o con falta de ubicación. Por otro lado, dado que la gran mayoría de médicos, incluso aquellos que laboran para el Estado, también ejercen prácticas privadas, sería lógico asumir que se mueven cómodamente en el mercado.
Lamentablemente, se ha reafirmado que tanto la Federación Médica como el ministro de Salud parecen estar totalmente desubicados. En el primer caso es increíblemente inoportuno que se convoque a una protesta justo en momentos en los cuales, con carácter de emergencia, han sido suspendidas las labores escolares en todo el país por temor a la epidemia de la 'gripe porcina’.
Estos deberían ser los momentos en los cuales uno esperaría, más bien, un sentido de urgencia, responsabilidad y solidaridad del gremio. Sin embargo, hacen exactamente lo contrario. Sería muy difícil encontrar en nuestra historia sindical un llamado a un paro que sea más desatinado.
Por su parte, el ministro Ugarte ha confirmado con su actitud y sus declaraciones que desconfía totalmente del sector privado. A lo largo de los últimos meses, su sector se ha negado consistentemente a ampliar la cobertura de lucha contra la potencial epidemia para incluir a laboratorios, clínicas, compañías de seguros y otros, insistiendo en concentrar en lo posible las actividades en entidades estatales, absurda y autoimpuesta limitación en un país donde son notorias las deficiencias y las carencias para atender a la población.
Más aún, algunos de los argumentos que se esgrimieron, como el temor a un aumento en los precios por análisis o tratamientos, reflejaron un deseo equivocado de controlar el mercado. Al final, en lugar de sumar esfuerzos, terminaron excluyendo a los privados y lo único concreto que se consiguió fue restarle efectividad a la capacidad conjunta de respuesta de la salud peruana –tanto pública como privada– frente a la amenaza.
En consecuencia, ahora nos encontramos ante decenas de casos que son reportados a diario y, como era predecible, la capacidad del Estado para diagnosticar se ha desbordado, teniendo los pacientes que esperar hasta ocho angustiosos días para recibir los resultados. Así que la lección de esta epidemia para el país es que se requiere de una fuerte dosis de 'ubicaína’ y de renovación tanto en la dirigencia sindical como en el despacho ministerial.
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