jueves, 17 de febrero de 2011

OSAP:Menos niños sufren hambre: la desnutrición crónica disminuyó de 21% a 17%

De: Juan Carlos Blas : juancarlosblas@yahoo.com
Enviado: mié,16 febrero, 2011 10:40
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Menos niños sufren hambre: la desnutrición crónica disminuyó de 21% a 17%



OSAP: Observatorio de la seguridad alimentaria en la prensa



Diario el Comercio. 16 de febrero 2011



Del 2007 al 2010 se salvó a 100 mil niños, pero 425 mil quedaron desnutridos. En el campo se logró mejora de 5,6 puntos porcentuales



Más niños en el Perú han logrado salir del círculo vicioso de la desnutrición crónica. Los resultados de la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes 2010), elaborada por el INEI, revelan que en los pasados cuatro años la desnutrición crónica infantil en el Perú cayó 4,7 puntos porcentuales, al pasar de 22,6% en el 2007 a 17,9% en el 2010. Eso significó que en ese período se evitó que unos 100 mil niños en el país cayeran en desnutrición.



Diversos estudios del Banco Mundial revelan que la desnutrición crónica es un problema que tiene consecuencias irreversibles sobre el desarrollo físico y mental de los niños que la padecen. “Pero la solución no está en repartir alimentos a las familias más pobres”, advierte Iván Hidalgo, presidente del programa Juntos. Antes de la actual gestión la desnutrición crónica se había estancado en 25%. El avance de 4,7% en disminuir la desnutrición, se quedó corto frente al 20,3% que aumentó el PBI entre el 2007 y 2010. De ahí que si bien se salvaron 100 mil niños, otros 425 mil quedaron desnutridos.



Por eso, dice el especialista de Juntos, que el problema también está fuertemente ligado a la falta de acceso a agua potable y otros servicios de salud básicos en la familias más pobres. La educación de las madres también cumple un papel preponderante, pues son ellas las encargadas de reconocer cuáles son los alimentos más adecuados para asegurar el crecimiento de sus niños.



Pero, como indica la Endes, no se ha logrado avanzar por igual en la lucha contra la desnutrición infantil en las distintas zonas del país. En las áreas rurales esta se redujo 5,6 puntos porcentuales, al bajar de 36,9% en el 2007 a 31,3% en el 2010; mientras que en las áreas urbanas apenas se redujo 1,7 punto porcentual al pasar de 11,8% en el 2007 a 10,1% en el 2010. Asimismo, los departamentos que registraron mayores índices de desnutrición al 2010 fueron Huancavelica (44,7%), Cajamarca (32%), Huánuco (31%), Apurímac (30,9%) y Ayacucho (30,3%).



ACCIONES CONJUNTAS


Según Milo Stanojevich, representante de la Iniciativa contra la Desnutrición Infantil (que agrupa a 15 instituciones de la sociedad civil,como Cáritas, CARE, ADRA, entre otras), para combatir de forma efectiva la desnutrición en el país se requiere de la acción coordinada de todos los sectores involucrados del Estado, como el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el Ministerio de Salud o el Ministerio de la Mujer.



Roger Salhuana, coordinador técnico del MEF que dio los avances de su sector durante la presentación de la Endes 2010, indica que la correcta implementación del Presupuesto por Resultados (PPR) influyó de forma muy significativa en la reducción de la desnutrición en los últimos años, pues eso permitió asignar mejor los recursos a estrategias efectivas para atacar el problema, como el Programa Articulado Nutricional (PAN) cuyo presupuesto en el 2010 fue de S/.1,182 millones.



“En este proceso también intervino la acción de las minas en sus zonas de influencia”, cree María Inés Sánchez Griñán, especialista en nutrición de la consultora Ceres Nutrir. Así sucedió en las zonas de Áncash, donde en un periodo de 30 meses se logró disminuir la desnutrición de 39,4% a 27,7%, gracias a la intervención del Fondo Minero Antamina.



Enrique Vásquez, investigador de la Universidad del Pacífico, cree que más allá de la acción del Estado o la acción privada, la disminución de la desnutrición en el país se debió principalmente a un incremento en los ingresos de las familias, lo que les permitió comprar mejores alimentos para sus hijos.



Si bien hay avances, todavía queda mucho por hacer para acabar con la desnutrición crónica en el Perú. Como indica Carlos Aramburú, experto en políticas sociales, el siguiente paso es aumentar la asignación del presupuesto a los gobiernos regionales para ejecutar las acciones que permitan que menos niños padezcan de hambre. “También es necesario una mejor articulación entre gobiernos regionales para que las buenas prácticas que se están ejecutando en determinada zona del país se pueden imitar en otras”, concluye Aramburú.

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