sábado, 12 de abril de 2008

PERU: Las mujeres en la justicia peruana: un ejemplo

miércoles 9 de abril de 2008
Las mujeres en la justicia peruana: un ejemplo

La sentencia que ayer promulgara la Primera Sala Penal Especial en el juicio en la Base Naval contra los miembros del Grupo Colina tendrá una resonancia importante en el juicio a Fujimori. Dos años después de iniciado el proceso, la sentencia reconoce la existencia del Grupo Colina, desconoce valor al proceso realizado por el Caso La Cantuta en la jurisdicción militar y establece con claridad, la línea de mando que vincula a Alberto Fujimori con el crimen de La Cantuta, al condenar al ex Jefe del SIN Julio Salazar Monroe a treinta y cinco años.
La Presidenta de esta Sala es Inés Villa Bonilla, una jueza ejemplar. Este juicio y otros procesos en estos 16 años, relacionados a los mismos siniestros personajes han tenido como protagonistas a mujeres de mucho valor profesional y coraje cívico, tanto desde la Fiscalía, el Poder Judicial, la defensa de la parte civil, así como en los familiares de las víctimas.

En el año 1994 la fiscal Ana Cecilia Magallanes, (quien falleciera de cáncer hace pocos meses) decidió abrir investigación desde la 41 Fiscalía Provincial Penal de Lima contra quienes resultaran responsables de la matanza de Barrios Altos. La jueza Antonia Saquicuray , en el entonces 16 Juzgado de Instrucción Penal de Lima, interpuso acción penal expresando “ha quedado plenamente individualizada la participación penal de por lo menos cinco personas”. En orden jerárquico esas cinco personas son: el Gral. De División Julio Salazar Monroe, el mayor Santiago Martin Rivas y los sub oficiales Juan Sosa Saavedra y Hugo Coral.

Ni Vladimiro Montesinos, tampoco Julio Salazar Monroe ni el entonces Comandante General del Ejército, Nicolás Hermoza Ríos acudieron a las citaciones. El Tribunl Militar abrió proceso para entorpecer las diligencias en el fuero común. Nicolás Hermosa Ríos presentó un recurso de inhibición contra la citación de la jueza y sacó a los tanques en desfile por el Centro de la Ciudad de Lima para intimidar. Por su lado, Salazar Monroe sostuvo a través de su abogado, que por “su alta investidura” como Jefe del SIN tenía rango ministerial y, por tanto, derecho al antejuicio en el Congreso de la República.

Parecen detalles innecesarios pero hay que hacer memoria. No nos podemos olvidar. Fue en este contexto de impunidad que se promulgaron las dos peores leyes de amnistía que haya conocido el hemisferio. Era junio de 1995. La impunidad se volvió un muro macizo que permitió que los asesinos múltiples de hechos atroces se burlaran de las víctimas, los familiares y la sociedad entera.

Inés Villa Bonilla hoy; ayer la jueza Antonia Saquicuray, la fiscal Ana Cecilia Magallanes, siempre la abogada Gloria Cano, tenaces las familiares Raida Cóndor y Gisela Ortiz. Los nombres de estas mujeres están vinculados a la lucha por la verdad, por la justicia, por la reparación.

En las encrucijadas que requieren de mayor coraje y capacidad, en la línea de fuego: ahí han estado, están y estarán. Sano orgullo de género. Un paso más hacia la justicia.
Solidarios y vigilantes
Hasta la próxima
Publicado por Susana Villarán en 10:20 0 comentarios

1 comentario:

Unknown dijo...

Al enfocar sobre el papel de las mujeres en el logro de la justicia, durante los ultimos 16 años, vemos que ellas no necesitaron armas, ni el poder de la fuerza o el dinero. En cambio, si, mucho coraje, confianza en sus convicciones, fe en que el bien puede ser un objetivo de todos.
Pero no solo las mujeres. Mu7chos hombres, que respetan la vida, que saben decir "por favor" y "gracias", que avanzan y continuan a pesar del miedo, a pesar de la violencia que se ejerce sobre ellos y sus familias. Hombres que son poderosos en su "lado femenino" como se llama ahora a esas cualidades que hacen uso de la fe y nunca de la violencia.