miércoles, 9 de abril de 2008

¡PORQUE TE AMO! – El Abeto

De: Juan Rendón - viento6corazon@yahoo.com.mx
Fecha: Lun, 7 de Abr, 2008 7:30 pm
Asunto: ¡PORQUE TE AMO! – El Abeto

¡PORQUE TE AMO! – El Abeto
por Jonette Crowley



Extracto del libro no editado: “El Águila y el Cóndor”
Center for Creative Consciousness
www.jonettecrowley.com
©Jonette Crowley 2005
Traducción: Anita Manasse – estrellam@sion.com



Como un ejemplo de su pasión por la Naturaleza, una amiga mía demostró nuestra unidad con el Universo. Ella se podía conectar con las rocas y los árboles, ¿pero lo podría hacer yo?

Sucedió en forma inesperada que cuando crucé una calle muy concurrida en la parte baja de Seattle. Cuando me paré en la esquina esperando el cambio de luces, noté el abeto colosal que se extendía por encima de la bocacalle. Los árboles de Colorado son flacos y huesudos en comparación, así que pude apreciar su tamaño tremendo y su plenitud.

Sin pensarlo miré hacia arriba a sus ramas gloriosas y dije en voz alta, “¡Wow! ¡Eres hermoso!” ¡Inmediatamente sentí un choque físico abriendo mi corazón! ¡En ese momento supe que el árbol me había escuchado y que estaba reconociendo mi cumplido! Nunca he sentido una comunicación tan directa y claramente sensible de parte de la Naturaleza. Pero esto solo era el comienzo de mi relación con el árbol.

La próxima semana volé de Denver a Austin para enseñar el programa de liderazgo, yo leí un pasaje en un libro con respecto a conectarse con los devas, o los espíritus naturales de plantas específicas. El libro instruía al lector a pararse enfrente de una planta y sintonizarse con ella. En un avión a 30,000 pies de altura yo no estaba ni cerca de una planta, pero pensé que iba a tratar de conectarme con ese árbol en Seattle, dado que evidentemente éramos amigos.

¡Whoosh! Ni bien pensé en el árbol lo sentí, definitivamente masculino. El espíritu de ese abeto era una presencia fuerte en mi cabeza. Conmocionada, pregunté telepáticamente, “¿Cómo me encontraste?”, “Porque te amo”, fue la respuesta transmitida inmediatamente por el pensamiento. Durante una fracción de segundo quedé maravillada por la simplicidad de esa idea – ese es el poder del amor que conecta cada cosa a través del tiempo y espacio. El árbol percibía mi pausa y preguntó, “¿Dudas esto?” Bien, ¿cómo podría dudar de ese amor? Yo conocía al espíritu de ese árbol porque tocó a mi corazón en forma tan palpable cuando comenté acerca de su belleza.

En vista de mi inseguridad humana, mi siguiente pregunta fue, “¿Por qué me amas?” No hace falta decirlo, pero el espíritu no respondió directamente a esa pregunta; pero el sentimiento fue que el amor simplemente es la esencia de las cosas. La conexión es a través del amor que el árbol y yo compartimos. La conciencia es el amor en una relación. Yo tuve la sensación de que el espíritu del árbol podría responder a muchas cosas mucho más allá del reino del árbol. Cuando estuve cavilando por qué un árbol podría saber o incluso importarle otros temas, me llegó de golpe que no hay cosa tal como la conciencia del árbol o la conciencia de la roca o incluso mi conciencia; solamente hay Una conciencia. Intelectualmente y espiritualmente yo había creído en la unidad de todo, pero hasta que el espíritu del árbol se comunicó conmigo, nunca lo había sentido realmente!

Esta experiencia fue un preludio de una conexión incluso mayor con los elementos de la Naturaleza.

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