lunes, 7 de enero de 2008

Cris Castello: Juan Gonzalo Rose (1928-1983) cantaba "Felipe de los pobres"(10/1/08)

De: joo cesar - jocajoo1@yahoo.es
Fecha: Lun, 7 de Ene, 2008 11:44 am
Asunto: RV: Cris Castello: Juan Gonzalo Rose (1928-1983) cantaba "Felipe de los pobres"(10/1/08)

Juan Gonzalo Rose (1928-1983) cantaba Felipe de los pobres [1]

por ROSINA VALC€ ¦ÁRCEL



En los brazos de Morfeo hablaba con Juan Gonzalo cuando son€ ¦ó el fono. Ins€ ¦ólito sue€ ¦ño: La Liga de Masones me invita a participar en un homenaje a Rose a fines de noviembre de 1997. Dudo, € ¦¿ser€ ¦á cuento chino o una broma del bardo? Despert€ ¦é y era real. Pero no pude asistir pues ten€ ¦ía programado un recital en la Universidad Villarreal.

Cuando viv€ ¦íamos frente al bosque Chapultepec en un departamento de la calle Mariano Escobedo del Distrito Federal de M€ ¦éxico, hacia 1953-1954, llegaron a casa los exiliados arequipe€ ¦ños Augusto Ch€ ¦ávez Bedoya y Teodoro Azpilcueta, l€ ¦íder y abogado, acompa€ ¦ñados de un hermoso muchacho, ojos tiernos y sus labios dentro, quien sin un real vest€ ¦ía traje inmenso, humor fino y una m€ ¦ística roj€ ¦ísima. Mis viejos no dudaron en hospedarlo. Desde entonces, el tierno e inteligente Juan Gonzalo se instal€ ¦ó en nuestro hogar mexicano.



Cuando mam€ ¦á nos cortaba las u€ ¦ñas o nos daba alg€ ¦ún jarabe, el t€ ¦ío Juan Gonzalo se agachaba al final de la cola. Mientras Viole planchaba, € ¦él fervoroso le€ ¦ía sus poemas in€ ¦éditos. As€ ¦í naci€ ¦ó La luz armada (1954). Gran fabulador de historias, glos€ ¦ó la del Per€ ¦ú en forma de leyendas. Le preocupaba mucho la situaci€ ¦ón de los presos pol€ ¦íticos, incluso fue el joven poeta quien sugiri€ ¦ó a mis padres su integraci€ ¦ón al Partido Comunista. Despu€ ¦és de las sesiones del Comit€ ¦é Peruano de Defensa Democr€ ¦ática (responsable G.Valc€ ¦árcel), los desterrados Juan Pablo Chang, Luis de la Puente, Jacobo Hurwitz (disc€ ¦ípulo del Amauta), Eduardo Flores (dirigente sindical), mi guapa t€ ¦ía Doris, mis Viejos y Juan Gonzalo, bohemios, hac€ ¦ían jaranas, gozaban al beber ron Bacard€ ¦í, bailar y cantar valses de "la Guardia Vieja"; Juan Gonzalo a menudo tarareaba; € ¦«Felipe de los pobres, / tu musa es comunista ... € ¦», bello valse que dedic€ ¦ó a Felipe Pinglo. Crec€ ¦ía la a€ ¦ñoranza por la familia, las amistades y la patria.

Un domingo a pap€ ¦á se le ocurri€ ¦ó llevarnos de paseo a Veracruz y oblig€ ¦ó a Juan Gonzalo a subir en el taxi que conduc€ ¦ía a la estaci€ ¦ón. € ¦Éste, que estaba picadito, gracioso, aprovech€ ¦ó de un sem€ ¦áforo para bajar y fugar recreando los gestos y poses de Chapl€ ¦ín, mientras mis hermanos y yo re€ ¦íamos de lo lindo. De vuelta a Per€ ¦ú (1957) pudimos comprobar que el noble Juan Gonzalo conservaba la sencillez del aut€ ¦éntico maestro. Algunas veces me pidi€ ¦ó tipeara sus manuscritos, para familiarizarme con su discurso po€ ¦ético y ganarme propinas.

Una tarde maravillosamente invisible, de 1966, dialogando, algo esc€ ¦éptico me confes€ ¦ó su certeza de que "la verdad es siempre bella; y la belleza, para serlo, tiene que ser verdadera". Conclu€ ¦ía que s€ ¦ólo pueden conocer la felicidad los m€ ¦ísticos, los amantes maravillosos y los drogadictos; que excepto Rafael Alberti nadie advirti€ ¦ó en Las comarcas (1964), la b€ ¦úsqueda ontol€ ¦ógica del hombre latinoamericano [2]. A Juan Gonzalo Rose le importaba m€ ¦ás la vida que el arte.

Por ello, aquel a€ ¦ño grab€ ¦é el nombre del t€ ¦ío-amigo en la dedicatoria de mis Sendas del bosque (1966). Mi madre atesora un ejemplar de su Obra Po€ ¦ética (INC) autografiado: € ¦«Para Gustavo y Violeta que me dieron el pan de la amistad y el pan del pan€ ¦»; y en Cantos desde lejos (1957): € ¦«Para Gustavo y Violeta, a cuya sombra nacieron estos cantos, con el fraterno cari€ ¦ño de Juan Gonzalo€ ¦».

Conoc€ ¦í a su familia, a Jes€ ¦ús, su madre y a Teresa, su hermana. Estuve en sus casas y cuartos, entre Chorrillos y San Felipe. Le visit€ ¦é varias veces cuando estuvo internado. Palp€ ¦é de cerca su intensidad, desconcierto y angustia, Juan Gonzalo ten€ ¦ía 54 a€ ¦ños, era libre, su madre hab€ ¦ía muerto, pero le dol€ ¦ía esa orfandad. Extra€ ¦ñaba a sus viejos amigos. La € ¦última vez que lo vi, al borde del caos, fue una tarde en el bar Ovni* me invit€ ¦ó un "conejito" y un piqueo de conchitas a la parmesana. Platicamos poco. Lo sent€ ¦í esc€ ¦éptico, solitario, debilitado por la tristeza, la soledad y el alcohol. Mas un momento hizo evocaci€ ¦ón de M€ ¦éxico. Aprovech€ ¦é el instante y le subrray€ ¦é:
-Para los poetas del 70 eres el s€ ¦ímbolo y para el pueblo eres uno de los m€ ¦ás c€ ¦álidos aedas de la generaci€ ¦ón del '50. Nuestra gente te apreci€ ¦ó y quiere a€ ¦ún, C€ ¦ésar L€ ¦évano, Carlos Tosi, Hugo Bravo, Gladys Basagoitia, C€ ¦ésar Calvo, Eduardo Aguirre**, Julio Kuniyoshi, Juan Crist€ ¦óbal, Hildebrando P€ ¦érez, Oscar M€ ¦álaga, Jorge Pimentel, Tulio Mora, Walter Curonizi, Tania Libertad, Ivo P€ ¦érez, Carlos Ostolaza, Julio Heredia..., mi familia y esta aprendiz.

Pero € ¦él estaba lejos, acaso recordando sus versos: "Me gustas porque tienes el color de los patios / de las casas tranquilas...".

Minutos antes del adi€ ¦ós, me sonri€ ¦ó girando como un leve Sol azul. Juan Gonzalo nos dej€ ¦ó el 12 de abril de 1983. Le acompa€ ¦ñamos amigos y lectores, grupos y generaciones. Recuerdo los sentidos abrazos compartidos con su hermana Teresita y con el bardo Coco Pimentel.

A esta altura se valora la poes€ ¦ía transparente de Rose como un aporte que nutre la imaginaci€ ¦ón de lo real maravilloso de Am€ ¦érica, cual una odisea que adhiri€ ¦ó el riesgo de desnudarse a s€ ¦í mismo contra el autoritarismo y los prejuicios conservadores de una moral pacata.


No dudo que en el alba de alg€ ¦ún planeta, cual meteorito, hoy resplandece Juan Gonzalo, cantando su Vals a Violeta:



Mi vida / que es lo mismo / una botella de mar / siempre llev€ ¦ó una esperanza / a punto de naufragar. // En el exilio -recuerdo- / t€ ¦ú la supiste alzar / contra el pu€ ¦ñal de la noche / como una copa de sal. // T€ ¦ú fuiste fiel a tu anillo / y yo a mi navegar; // si alguna vez me entrev€ ¦és / entre tus sue€ ¦ños pasar / sepas que es s€ ¦ólo la sombra / de una botella de mar.



* (entre Escobedo y Pershing),

** El 10 de enero es aniversario natal de JGR


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[1] La Rep€ ¦ública, Lima, 20 dic. 1997: p.22.

[2] Kachkanirajmi N€ ¦° 2, 1966. OJO

* Entre Pershing y Escobedo.

**("Bola"),

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