martes, 6 de mayo de 2008

Roque Gozales escribe sobre cambio en Paraguay.

De: juan Lopez - blades_jun23@yahoo.com
Fecha: Mar, 6 de May, 2008 7:18 am
Asunto: Rv: [patria_libre] Roque Gozales escribe sobre cambio en Paraguay.

CAYÓ STROSNER
Dos años después de su muerte: el nuevo Paraguay
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Roque Gonzáles la Rosa·
La era de Strosner acaba de terminar en Paraguay, el régimen que el Partido Colorado sostuvo durante más de 60 años ha sido derrumbado por un movimiento político liderado por un ex obispo. Fernando Lugo sepultó con un rotundo 40.83% de votos un longevo régimen de agro exportadores y ganaderos que asoló estas tierras. Hijo de un padre encarcelado más de una docena de veces, con tres hermanos torturados y expulsados del país, Fernando Lugo conoció esa dimensión de la represión terrateniente que a los 9 años lo orientó al seminario donde la Teología de la Liberación se engarzó con sus aspiraciones por un mundo mejor, en la tierra.
Los outsiders ya no son novedad en América Latina, Lugo viene a sumarse a este proceso generado por un establishment que ha puesto fuera de sus esquemas a millones de Latinoamericanos, hoy éstos en el continente inventan sus alternativas electorales múltiples y heterogéneas pero con puntos en común: antineoliberales, progresistas, antisist´micas, palabras que no expresan certeramente un modelo de desarrollo alternativo claramente definido, da lo mismo, el fantasma que recorre América es diverso, va desde la alternativa bolivariana de Chávez, la revolución ciudadana de Correa, el socialismo comunitario de Evo, Lula, Kirchner, Tabaré expresan al hartazgo y agotamiento de la hegemonía de las derechas que se baten en retirada en Perú y Colombia, reductos neoliberales, lunares Latinoamericanos.
La esperanza no nace condenada a vencer como nuestro candor y voluntad nos hizo creer hace unos años, el nuevo Paraguay deberá resolver sus pecados de origen sobre la marcha. Así como la heterogeneidad fortalece en amplias dimensiones puede también devenir en traba en espacios más locales de gestión de poder, la coalición que ha llevado a Lugo al gobierno es la amalgama de una treintena de organizaciones de izquierda y también el Partido Liberal Radical Auténtico de derecha, este bloque que lidera Federico Franco, admirador declarado de Aznar y seguro que más discretamente del generalísimo de su mismo apellido aportó el aparato mediático electoral que posibilitó esta victoria y es de suponerse trabajó no motivado por la opción por los pobres de la teología de la liberación. La Alianza Patriótica para el Cambio ha logrado vencer al Partido estado Colorado movilizando a los sectores sociales más empobrecidos, la victoria es estadística, moral y subjetivamente del pueblo, empero está pendiente el cómo resolver la relación entre radicalidad y esa parte de lo viejo que sostiene a Lugo.
Limitaciones objetivas marcan también esta nueva etapa del Paraguay, una vez más el gobierno no es el poder y la nueva gestión no sólo se colocará próximamente la banda presidencial sino también con esta una estructura estatal judicial, burocrática que sigue y seguirá en poder del Partido Colorado cuando no en Lino Oviedo, esa sombra permanente en la política paraguaya que obtuvo el 21% de votos a tomar en cuenta. Lugo anunció que no se perseguirá a ninguno de los salientes, en el corto plazo esta será talvez una de las mejores cartas del ex sacerdote para mantener a raya una oposición con décadas de poder y consiguientemente rabos de paja por los que preocuparse.
Fernando Lugo expresa algo señalado tantas veces, en un continente de crudas desigualdades no hace falta remitirse al marxismo para subvertir, de ahí que la radicalidad de su programa haya capitalizado las aspiraciones de transformación con ejes como una profunda reforma agraria, industrialización con fomento de empresas cooperativas, reforma de la administración de justicia de célebre corrupción, renegociación de convenios de energía con Brasil y Argentina. Un atisbo de su política exterior en la región se evidenció con su rechazo al ataque colombiano sobre Ecuador para asesinar a Raúl Reyes.
Después del 2006, tras recibir más de cien mil firmas que pedían que contribuyera con su prestigio de obispo a unificar las fuerzas opositoras al Partido Colorado, Fernando Lugo entró en política y se hizo mortal, como tal conoció algo de lo que la izquierda peruana viene aprendiendo: la prensa de derecha lo denominó el candidato de las FARC y peón en el tablero de Chávez. Ya el diario Correo de Lima infalible como Ratzinger lo ha editorializado como el nuevo títere de Chávez en la región.
No nos sorprenda que en algunos días la fértil computadora de Raúl Reyes arroje algún archivo sobre Lugo.






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· Dirigente político de oposición, encarcelado junto a otras 6 ciudadanas peruanas, sin pruebas, hace ya más de dos meses. Penal de Castro Castro. Lima, Perú. Abril de 2008.

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