lunes, 16 de junio de 2008

ACEPTACIÓN

De: Juan Rendón - viento6corazon@yahoo.com.mx
Fecha: Lun, 16 de Jun, 2008 7:27 am
Asunto: ACEPTACIÓN

"33 pasos para reclamar tu poder interior"

Stuart Wilde.

TRADUCCIÓN REALIZADA POR YARISA



PASO 13: ACEPTACIÓN



Hemos hablado acerca de separarse de la negatividad en el paso 5. Ahora quiero que desarrolles una evolución espiritual real saliendo de la resistencia, lejos del conformismo unido a la mente tribal. Esta es una continuación del proceso de distanciarnos de la emoción. A través de él calmas tus anhelos. Es simple; sólo tienes que tomarlo.



La mente tribal está siempre incómoda a causa del ego. La gente consigue felicidad monetaria, pero no experimentan el éxtasis permanente de la fuerza de Dios en su interior, no pueden sentirlo. En su lugar, consideran que la felicidad es el acto de gratificar el ego. Así que son indulgentes consigo mismos, alimentándose sin descanso con cosas y circunstancias que los mantendrán felices. Lo que la felicidad que consiguen con su gratificación les trae es pronto destruido por la incomodidad del ego que surge de la inseguridad. Darle cosas no le hace sentirse seguro; sólo le distrae. Tú lo sabes. Te compras un nuevo electrodoméstico y te encanta; unas pocas semanas después está en el fondo de la alacena y vas a por otra cosa. Es una rueda de perpetua incomodidad, mientras el ego se queja, suspira, anhela para que las cosas sean diferentes.



Nuestra sociedad está llena de gente implorando para que alguien los eleve, les arregle las cosas, les provea, les haga felices. La gente no está interesada en generar energía para su propia supervivencia y seguridad; quieren alguien que les garantice seguridad. Al hacer esto pierden su poder; la responsabilidad sale de sí mismos, donde duele, hacia alguien diferente, la familia, amigos, una empresa, el gobierno... Este proceso se llama “transferencia”. No es más que el grito del ego para librarse del sufrimiento que se inflige a sí mismo. Esa es la razón por la que la gente dice que el mundo es feo. Están perpetuamente incómodos consigo mismos, perpetuamente inseguros.



Trascender hacia la belleza llena de gracia del Yo Infinito requiere que tomes la responsabilidad de ti mismo. Una vez que lo haces, verás que el dolor que sufres viene de tu reacción a las circunstancias de la vida, no de las circunstancias en sí mismas. Cambiando el modo en que reaccionas, entras en la apreciación espiritual por la vida, y en una belleza y contento que no es accesible en el mundo del ego.



Comienza por ver este lugar, esta tierra, esta vida, como algo bello, y mírate como un ser hermoso. Sé consciente y confía en que todo está bien con el mundo. El estado actual de las sociedades de la humanidad es el resultado de nuestra eterna evolución como seres espirituales. Hemos llegado hasta aquí y el camino de nuestra evolución en este momento es lo que se supone que tiene que ser. Es tonto decir que debería ser diferente.



Sé consciente y confía en que todo está bien en ti. Siéntete satisfecho contigo mismo. Si estás descontento, estarás entrando en el Yo infinito en un estado de perpetua insatisfacción, eternamente frustrado, eternamente enfadado.



Así que la aceptación viene como resultado de desprenderse de la emoción común y de entender que no eres tus emociones, y tampoco eres responsable por las emociones de los demás. Cuando ellos expresan enfado, miedo y frustración, eso es sólo la reacción de la fragilidad del ego. Si te sientes insatisfecho, es como tener un perpetuo picor y no poder rascarse. Has hecho las presentes circunstancias correctas. Circula por tu casa y di: “Esto está bien”. En el trabajo di: “Esto está bien en este momento. Mañana puede que cambie” Recorre mentalmente tu vida y siente cada situación correcta y santa. Mañana puede cambiar, pero justo ahora es perfecta. Las circunstancias de tu vida son una manifestación externa de tus pensamientos y sentimientos. Aprendes de ellos. Bendícelos por ello; no luches en contra.



Cuando paras de luchar, cuando puedes aceptar lo que es como es, eres libre. Repítete tres o cuatro veces al día: “El modo en que es, es el modo en que es. Acepto esto”. Ves, no necesitas perfección, sólo progreso. Todo puede ser gradualmente cambiado para mejor. Mientras, este es el modo como es. Cuando puedes aceptarlo eres libre, completamente libre, porque ya no vuelves a caer en la emoción, luchando contra ti mismo.



Por tanto, ellos te pagarán o no te pagarán. Si te pagan, comes. Si no te pagan, puedes hacer un ayuno y perder algo de peso. Si ellos se presentan a las 7, irás a jugar a la pelota. Si no se presentan a las 7, puedes esperar hasta las 7 y 10, o puedes cancelar el juego o puedes dar un paseo. Tu marido está teniendo una amante o bien no la está teniendo. Si la está teniendo tienes dos opciones. Puedes traerle a casa, fregarlo con desinfectante y decirle que no sea tan estúpido, o puedes dejarlo y encontrar otro.



El hecho es que, una vez que entiendes que el modo en que es, es el modo en que es, no tienes que luchar con las circunstancias. En vez de eso puedes trabajar para cambiar las cosas, y no necesitas gastar energía resistiéndolas. Sé humilde y, en todas las circunstancias que te hagan reaccionar, compra la solución, no la emoción. Pero primero acepta la situación. Cuando lo tengas claro hay sólo dos opciones. Ellos lo harán o no lo harán. Va a suceder o no va a suceder. Si no juegas a pelota, vas a ir al cine. Si no haces ninguna de las dos cosas vas a ir a casa a descansar y meditar.



No hay absolutos, pero la mente decide. “Tiene que ser así. Debe ser así. Tiene que ser a las 8:15 y a las 9 menos 10; tiene que ser rosa y azul, la gente tiene que aceptarme y actuar de este modo”. Esta es la agenda del ego.



Has prestado tu segadora de césped al vecino, y piensas: “Le he dejado mi segadora. Soy una persona amable y me merezco pedirle su moto el próximo sábado”. Desarrollas expectación.



Entonces cuando le pides su moto y se niega, te sientes ofendido. Eh, el modo en que es es el modo en que es. Puede que no sea de carácter generoso; no confía en ti conduciendo su moto. Así que, te encoges de hombros y te vas diciendo: “Me hubiera gustado la moto, pero tomaré el bus”.



Mira el mundo y siéntete satisfecho. Míralo como eterno, y comprende que no tienes que luchar contra el modo como es. Si no te gustan las cosas, vete. En general, se necesita demasiado esfuerzo para cambiar las cosas. Probablemente lo has intentado con tus parientes. A menudo son lo más difícil de cambiar. Has de amarlos tal como son. El amor incondicional es la completa aceptación. Si te amo sin condiciones, te acepto. Si me amas sin condiciones, me aceptas. Eso es fácil cuando tú estás siendo agradable conmigo y yo lo estoy siendo contigo, pero, ¿qué pasa si te trato mal? ¿qué pasa si tú me tratas mal? . Entonces tienes que convertirte en una gran persona y no ser absorbido por la emoción cuando te tratan de esa manera. Esa es la prueba.



El punto a recordar es que no puedes ser libre hasta que dejas de engancharte. Por tanto, permite fluir a la vida tal y como viene. El modo como es, es el modo como es. Repítelo siete veces por hora si es necesario.



Hay una famosa historia en el Tao acerca de un granjero. Su hijo se rompió una pierna. Los vecinos vinieron y dijeron: “¡Qué desgracia!. Tu hijo tiene la pierna rota y no te puede ayudar en el campo”.



El granjero dijo: “No es una fortuna ni una desgracia”.



Un día después las tropas del gobierno vinieron a llevarse a los jóvenes para alistarlos en el ejército. Tuvieron que dejar al joven de la pierna rota.



Otro día el caballo del granjero saltó la valla y se escapó. Los vecinos dijeron: “¡Qué desgracia! Se te ha escapado el caballo”. Y el granjero repitió: “No es ni desgracia ni fortuna”.

Dos o tres días después el caballo volvió trayendo consigo una docena de caballos salvajes siguiéndole. Los vecinos dijeron: “¡Qué gran fortuna, que tu caballo te ha traído doce caballos más!”. Él replicó: “No es ni desgracia ni fortuna”.



Recuerda la enseñanza del Tao: nada es largo ni corto, caliente o frío, bueno o malo. Si lo defines así has de preguntarte “Bueno ¿en relación con qué?”. “Malo, ¿en relación con qué?” Una vez que aceptas y no te implicas eres libre, y eso es importante.



Que Dios te bendiga y guíe tu viaje.



"33 pasos para reclamar tu poder interior" Stuart Wilde.

Colaboración y traducción amorosa de Yarisa

Sobre Stuart Wilde ir a www.stuartwilde.com/ (Está en inglés)

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