Alan: ¿importa el mensajero?

De: Omar Varillas - archivoomar@yahoo.es
Fecha: Vie, 6 de Jun, 2008 5:17 pm
Asunto: Alan: ¿importa el mensajero?

Luego del anuncio de las cifras oficiales de reducción de la pobreza en casi 5 puntos porcentuales, surgieron no pocos escépticos respecto de estas cifras, especialmente de la veracidad de las variables utilizadas. Luego, un provocador Presidente henchido por la vanidad nos daba una aleccionadora soflama de lo que es pensar en grande y diferenciarnos de los apocados de segunda y tercera división.



¿Por qué lo anterior no ha recibido gran apoyo de la población y de la sociedad civil? Si por un lado la reducción de la pobreza, aún vista solo en términos de ingresos, independientemente de cuanto, puede ser desde ya una buena noticia; por qué las masas no se unen a la arenga del líder de pensar en grande y enfrentar retos resueltamente. Mucho de ello es producto de la pasión política o de la envidia malsana de quien no acepta el logro del otro, podría decirse.



¿De donde la desconfianza? Decimos casi siempre que no importa el mensajero sino el mensaje; en el caso de nuestro Presidente parece no ser así; en lo que dice, afirma, promete y arenga, aparentemente sí importa el mensajero.



El pasado domingo 1º de Junio en el diario el Comercio se publicó la encuesta realizada por la Universidad Católica del Perú sobre el respeto a las leyes y a las normas de convivencia de los peruanos (hombres y mujeres). Se hicieron preguntas como, si peruanos son: leales a sus compromisos, responsables con sus obligaciones, justos en sus decisiones, honestos en sus acciones, fieles a sus parejas, comprensivos y tolerantes. Como resultado, nosotros mismos nos jalamos, ya que en promedio el 73 % considera que ninguno de los valores o normas consultados son característica nuestra. Claro, hubo otras preguntas que nos ubican muy favorablemente pero no vienen al caso.



Si la encuesta hubiera preguntado sobre si consideran los peruanos que el Presidente debe tener los valores antes mencionados, es casi seguro que una mayor parte de las respuestas hubiesen sido que Sí. Y aún más, si la pregunta hubiesen sido si el actual Presidente tiene incorporados valores como: lealtad, honestidad, fidelidad, tolerancia humildad, sentido de justicia, etc. ¿cuál hubiese sido el resultado?



Por un lado podría afirmarse que tenemos un presidente a la medida de los peruanos y que por ende tiene una buena representación de nuestros valores. Por otro lado, también se podría poner en cuestión si hemos tenido la capacidad de elegir a una persona excepcionalmente íntegra, como esperaría cualquier ciudadano de su Presidente.



Como sea, son muchas las ocasiones en que escucharemos sus discursos y anuncios, coherentes o no, entonces ¿Importa el mensajero?