miércoles, 23 de julio de 2008

Declaracion VII Foro Mesoamericano de los Pueblos

De: Roberto - rob23repetto@yahoo.com.ar
Fecha: Mié, 23 de Jul, 2008 12:03 am
Asunto: Declaracion VII Foro Mesoamericano de los Pueblos

De: Roberto - rob23repetto@yahoo.com.ar
Asunto: Declaración VII Foro Mesoamericano de los Pueblos


Minga Informativa de Movimientos Sociales
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Declaración Política
del VII Foro Mesoamericano de los Pueblos

¡Mesoamérica en Resistencia, No al neocolonialismo del libre comercio!

El Foro Mesoamericano de los Pueblos, desde su primera convocatoria a
inicios del siglo XXI, ha recorrido un largo camino, construyendo y
articulando las luchas y resistencia contra las diferentes expresiones
del neoliberalismo (tratados de libre comercio, acuerdos de asociación
comercial, concesiones territoriales para la inversión extranjera como
el Plan Puebla Panamá, las privatizaciones, la militarización y la
criminalización de los movimientos sociales), en una región con una
inmensa riqueza sociocultural y poseedora de recursos naturales
estratégicos como tierra, agua, una biodiversidad exuberante, recursos
energéticos y minerales, etc., los cuales han sido históricamente
codiciados por los grandes imperios en su afán por explotar dichos
recursos y consolidar su poderío económico, político y militar.

En estos años, observamos claramente dos tendencias convergentes: en
primer lugar, se ha profundizado la ofensiva del gran capital por
apropiarse de todos los recursos estratégicos que poseen los pueblos de
la región; en este sentido, los Tratados de Libre Comercio y los
Acuerdos de Asociación, promovidos por los Estados Unidos y por la Unión
Europea, son los instrumentos centrales de las grandes potencias para
consolidar su posición hegemónica en la economía global. En segundo
lugar, ha continuado creciendo el movimiento de resistencia popular
frente a un modelo expoliador, excluyente, concentrador de riqueza y
poder, movimiento al que se han ido sumando nuevos sectores con
reivindicaciones específicas que se agregan a las históricas demandas
por tierra, trabajo, dignidad, respeto a la vida y a los derechos
humanos, que nuestras organizaciones han enarbolado en su lucha por otro
mundo posible.

En estos años, efectivamente, la hegemonía neoliberal ha sido
radicalmente confrontada por los movimientos sociales mesoamericanos,
con propuestas construidas desde los pueblos y para los pueblos,
propuestas que tienen en común el respeto por la vida y la urgencia de
producir nuevas formas de relacionamiento entre las personas y las
poblaciones y de éstas con la naturaleza.

Durante estos días, los debates en las distintas mesas (sectoriales y
multisectoriales), muestran el complejo abanico de la resistencia de los
movimientos populares en la región, con toda su riqueza política y
organizativa, así como sus desafíos. Constatamos que hemos avanzado en
la consolidación de muchos espacios de resistencia, pero tomamos nota de
que es necesario aún profundizar la articulación en algunos de ellos así
como dar todo nuestro respaldo a los nuevos sectores que se han
integrado en el proceso del Foro. Como todo proceso de lucha, el Foro
Mesoamericano de los Pueblos es un espacio vivo, en permanente
transformación, por lo que se hace necesario pensar críticamente este
proceso en aras de que sirva para consolidar las luchas populares a
nivel regional.

Así, en este VII Foro Mesoamericano de los Pueblos, reafirmando el
carácter anticapitalista, antiimperialista y antipatriarcal de nuestro
proceso, declaramos que:

- Nuestra posición política emana desde nuestra diversidad y nuestra
resistencia, frente a un modelo que deshumaniza y mercantiliza la vida,
la dignidad y la justicia, jerarquizando las relaciones económicas y
sociales y subordinando las demandas y necesidades de la gran mayoría de
la población a los intereses de una minoría, lo cual favorece al gran
capital nacional y transnacional.

- El capitalismo, en su fase neoliberal actual, profundiza la exclusión,
la inequidad, la pobreza y la desigualdad que sufrimos los pueblos
mesoamericanos, pues su objetivo principal es autoreproducirse mediante
la expropiación de nuestras riquezas, fomentando para ello la represión,
la dependencia y negando a los pueblos su libre autodeterminación y
soberanía.

- Especialmente, el capitalismo reproduce estructuras patriarcales de
dominación que afectan la vida de millones de mujeres y hombres en
nuestra región, pero muy en particular a las mujeres a quienes afecta de
manera directa y diferenciada debido a su condición, situación y
posición desigual en la sociedad. Asimismo a las niñas y niños, a
quienes no se les considera plenamente como personas y por lo tanto se
les violan sus derechos humanos, negándoles la capacidad de hablar y
decidir sobre los problemas que los afectan. De igual manera, el
patriarcado condena el derecho de las personas a la diversidad sexual,
negando a quienes deciden vivir su sexualidad de una forma diferente a
la sancionada como "buena" y "correcta", el desarrollo pleno de sus
derechos de ciudadanía.

- Se debe reconocer que existe una deuda ecológica y social que tienen
los países del norte por la explotación de la naturaleza y consecuente
destrucción del medio ambiente, con los países del sur y entre ellas
destaca la deuda por el cambio climático. En este sentido, denunciamos
la implementación de megaproyectos (minería, hidroeléctricas,
carreteras, petroleras) en nuestro territorio, así como la acelerada
expansión de monocultivos, que están destruyendo nuestra biodiversidad,
los medios de supervivencia de miles de comunidades y comprometiendo el
futuro mismo de la humanidad, pues los bosques tropicales son parte
fundamental del equilibrio ecológico planetario.

- En la coyuntura actual, la guerra y la militarización están
relacionadas con la necesidad de los Estados Unidos y otras potencias,
de garantizar su acceso permanente a recursos energéticos estratégicos,
con los cuales no cuentan en sus territorios (petróleo y gas natural),
para sostener el ritmo de crecimiento de sus economías, así como la
disputa por recursos como el agua y los de la biodiversidad. Es por
ello que vemos en la reactivación de la IV Flota, en el despliegue de
las operaciones continentales del Comando Sur, en el mantenimiento de
bases militares por todo el territorio americano y en la adopción y
aplicación, en muchos países, de legislaciones "antiterroristas", hechos
contundentes que demuestran que la militarización es parte central de la
estrategia de expansión del capitalismo.

- Esto conlleva a que los pueblos que luchan en defensa de sus recursos,
sean criminalizados por parte de los gobiernos, con el objeto de
controlar los territorios a favor de los intereses de las grandes
corporaciones transnacionales.

- La aplicación del modelo neoliberal produjo el desmantelamiento de la
economía campesina en toda la región, para favorecer los intereses del
agronegocio y fomentando la exportación de productos exóticos por sobre
la producción de alimentos, lo cual ha llevado a nuestros países a
perder casi por completo su soberanía alimentaria, generando además una
crisis socioeconómica de profundas consecuencias entre el campesinado.

- Los organismos financieros internacionales, implementan políticas de
cooperación que en realidad lo que buscan es crear marcos regulatorios
para la operación de las empresas transnacionales, a costa del
empobrecimiento de las grandes mayorías. La llamada "cooperación para
el desarrollo" de los países ricos, reproduce patrones coloniales de
relacionamiento tipo "centroperiferia", profundizando la dependencia de
nuestros países con relación a los centros hegemónicos del poder global.

- Los pueblos indígenas de toda la región viven en este momento una
ofensiva del sistema en contra de sus territorios, de sus recursos
naturales, de su identidad cultural, sus formas de organización y libre
determinación. Esta ofensiva se expresa de forma violenta mediante el
cerco militar (el caso de Chiapas es crítico), la expropiación de
tierras, la destrucción de sus aldeas y comunidades, entre otras cosas,
todo lo cual les impide el ejercicio pleno de su autonomía como pueblos,
consagrada no solo por sus propios usos y costumbres sino por Convenios
internacionales como el 169 de la OIT.

- En el plano de los derechos de los trabajadores y trabajadoras,
vivimos actualmente un proceso de acelerada destrucción de la
organización sindical y de sus conquistas históricas, a través de la
flexibilización laboral como una herramienta para la mayor acumulación
de capital por parte de las transnacionales y del empresariado nacional.
La precarización de las condiciones de vida de las grandes mayorías se
da en un momento en que las tasas de ganancia de las expresas
exportadoras e importadoras, que se benefician del modelo, aumenta
aceleradamente. Los Tratados de Libre Comercio profundizan esta situación.

- Millones de campesinos y campesinas, indígenas, jóvenes, niños y niñas
de nuestra región, se han visto forzados a dejar su tierra natal para
emigrar hacia los Estados Unidos y Europa, en los últimos treinta años.
Este periodo corresponde, justamente, con la implementación del modelo
neoliberal, que expulsa a nuestra población. En los países de destino,
las y los migrantes sufren en pésimas condiciones de vida, de trabajo y
son discriminados en todos los ámbitos de la vida social. La vergonzosa
"Directiva de Retorno" recientemente aprobada por la Unión Europea, así
como el "Muro de la Vergüenza" que levanta Estados Unidos en su frontera
con México, simbolizan el desprecio que los países del norte sienten por
nuestros hermanos, que con su trabajo enriquecen a los dueños del capital.

- La juventud mesoamericana reafirma su identidad frente al
adultocentrismo propio del sistema patriarcal, que criminaliza las
formas de ser, saber y hacer de las personas jóvenes. En este sentido,
desconoce los espacios oficiales de juventud y las políticas demagógicas
de inclusión de las personas jóvenes, en el marco de las cumbres de
jefes de estado y de los gobiernos, por ser no solo inconsultas y
antipopulares sino por promover políticas que ven en la juventud un
problema, desde los patrones morales de las clases dominantes. En
muchos casos incluso las personas jóvenes son criminalizadas y sufren
todo tipo de discriminación, muy especialmente en el plano laboral y
académico.

- Finalmente, declaramos que la "democracia" actualmente existente no
garantiza la verdadera participación popular en la toma de decisiones y
no es por tanto, una democracia que permita la autodeterminación de los
pueblos. Lo que existe hoy es un sistema electoral que asegura que el
poder quede siempre en las mismas manos, mediante lo que algunos
gobernantes de la región han llamado una "dictadura en democracia".
Consideramos que la participación política debe asegurarse en un marco
auténticamente democrático, lo que significa implementar mecanismos que
aseguren que la voz y demandas de las comunidades se incorporen en la
definición de las políticas públicas y del modelo económico.

Considerando todo lo anterior, desde el VII Foro Mesoamericano de los
Pueblos decimos:

- Que rechazamos permanente y radicalmente el libre comercio, en
especial las actuales "negociaciones" de un Acuerdo de Asociación entre
la Unión Europea y Centroamérica, que a pesar de la retórica que los
gobiernos de ambas regiones proyectan en sus declaraciones públicas, no
es más que un tratado de libre comercio de características semejantes e
impactos idénticos que los que acostumbra imponer a los pueblos los
Estados Unidos, pero que incluso va más allá al imponer nuevas
obligaciones en ámbitos como propiedad intelectual, servicios públicos y
protección de las inversiones extranjeras.

- Demandamos que además de manifestarnos contra la violencia,
discriminación y exclusión que sufren las mujeres, el carácter
antipatriarcal del Foro Mesoamericano de los Pueblos, se exprese en
adelante y de manera concreta, mediante metodologías que aseguren la
equidad en la participación mediante la incorporación de las mujeres en
la toma de decisiones y en los paneles de discusión, así como en las
actividades que el Foro promueva en sus planes de acción. Llamamos a
las organizaciones y movimientos sociales mesoamericanos, a hacer
mayores esfuerzos por superar la situación de discriminación que las
mujeres viven también a lo interno de nuestras luchas.

- Exigimos garantías para que las niñas, niños y adolescentes, puedan
expresarse y ser escuchados, asegurando espacios para que ellos y ellas
se junten para conocer y compartir los problemas que los afectan y sobre
todo aquellos que tengan que ver con firmas, acuerdos y convenios ya sea
que violen sus derechos o que busquen protegerlos, pues los niños, niñas
y adolescentes tienen derecho a usar la palabra para referirse y decidir
sobre todo aquello que vaya a afectar sus condiciones de existencia.

- Asumimos nuestro compromiso de integrar el enfoque de derechos de la
diversidad sexual en nuestras organizaciones y prácticas diarias, además
de exigir políticas públicas a favor de las personas gay, lesbianas,
transexuales y bisexuales. Particularmente, el Foro Mesoamericano de
los Pueblos se manifiesta a favor de la aprobación, en Costa Rica, del
proyecto de ley que permitiría la unión civil de personas del mismo
sexo, considerando que sería un paso muy importante en este sentido.

- En cuanto al problema del cambio climático, consideramos que hay que
darle un enfoque político, de justicia y que siente claramente la
responsabilidad por la crisis que vive la humanidad y el planeta en su
conjunto; exigimos reparación y pago del daño por la deuda ecológica que
los países industrializados tienen para con los países del sur, además
de vincular la cuestión del cambio climático con la soberanía
alimentaria, el combate a los patrones de consumo depredadores del medio
ambiente, el lanzamiento de una campaña de los movimientos a favor de la
justicia ambiental y poner realmente la cuestión ecológica como algo
fundamental del modelo económico y social por el que estamos luchando.

- Manifestamos enérgicamente nuestro repudio contra la militarización
creciente que afecta a nuestros pueblos y contra la criminalización que
sufren los movimientos sociales, concretamente repudiamos a la MINUSTAH
que con más de 7 mil soldados somete y humilla al hermano pueblo de
Haití, con la participación de tropas de países latinoamericanos como El
Salvador, Argentina, Brasil, Bolivia y Chile. Repudiamos también la
reactivación de la IV Flota, las operaciones del Comando Sur y muy
especialmente nos manifestamos contra el mantenimiento de la Base
Militar de Palmerola, en territorio hondureño, por ser una amenaza
permanente para los pueblos de nuestra región.

- Demandamos una reforma agraria integral, orientada no simplemente a
repartir tierras entre el campesinado, sino que fomente una verdadera
política productiva en beneficio de los pequeños y medianos productores
agrícolas, con crédito oportuno, asistencia técnica y protección frente
a la invasión de productos agrícolas transgénicos importados, poniendo
énfasis en la recuperación de la soberanía alimentaria de nuestros
países. Esta reforma agraria debe basarse no en los principios de la
agricultura industrial, sino recuperar los conocimientos tradicionales,
el rescate de la semilla criolla, establecer prohibiciones para el uso
de semillas transgénicas y la construcción de redes de consumo responsable.

- Exigimos que la cooperación para el desarrollo se enfoque en la
defensa y promoción de la vida, en la equidad y en la justicia, no en la
reproducción del status quo. En ese sentido consideramos urgente la
transformación inmediata de sus prácticas asistencialistas (muchas veces
marcadas por la corrupción), de cooptación de líderes y desarticulación
de nuestros movimientos, como mecanismo para impedir nuestra lucha por
la autonomía y libre determinación.

- Exigimos el respeto al derecho de los pueblos indígenas a su
territorio, recursos naturales, formas de organización y autonomía,
sustentados y vinculados sobre su propia cosmovisión. Asimismo
condenamos la violencia que actualmente se ejerce sobre los pueblos
indígenas, para expropiarlos de sus riquezas naturales y culturales. En
el marco de esta Declaración, muy especialmente nos pronunciamos en
contra del megaproyecto turístico en Bahía de Tela, en Honduras, como
uno de los proyectos más dañiños (aunque no el único) que se impulsan
actualmente en la región, provocando un inmenso crimen ecológico y
cultural que afecta a las comunidades Garífunas, despojándolas de su
territorio y de sus derechos ancestrales.

- Como Foro Mesoamericano de los Pueblos, demandamos el cese inmediato
de las políticas de inversión y megaproyectos, tales como represas
hidroeléctricas, minería, turismo a gran escala, agricultura extensiva e
intensiva en manos de las transnacionales, entre otras, que atentan
contra la vida de los pueblos.

- Llamamos a fortalecer la lucha inclaudicable por la defensa de los
derechos laborales y humanos de las personas trabajadoras, a decir No a
la flexibilización y tercerización laboral en detrimento de los derechos
e intereses de los trabajadores y trabajadoras.

- Condenamos a la Unión Europea por la aprobación de la llamada
Directiva de Retorno que criminaliza a las personas migrantes, así como
a los Estados Unidos por la construcción del Muro de la Vergüenza, pues
las migraciones son causadas por un modelo excluyente que obliga a
millones de personas a abandonar su patria en busca de una oportunidad
para sobrevivir. Demandamos la inmediata derogatoria de la Directiva de
Retorno así como la construcción de una legislación migratoria que
reconozca la Ciudadanía Universal de las personas migrantes.

- Rechazamos los espacios oficiales de juventud al tiempo que
reprochamos las políticas demagógicas de inclusión de la juventud, en el
marco de las cumbres de Estado, por ser inconsultas y antipopulares.
Proponemos frente a esto relanzar la lucha hacia la construcción de un
movimiento popular mesoamericano de juventud que pueda articular
efectivamente las iniciativas que las organizaciones juveniles impulsan
en nuestros países.

- En un contexto de monopolio mediático, luchamos por una comunicación
alternativa, desde las bases, hacia una integración mesoamericana, le
apostamos a una red de comunicación desde los movimientos sociales,
proponemos la apropiación del software libre al servicio de los
movimientos sociales y de las comunidades, y nos comprometemos a unirnos
para seguir comunicando el otro mundo posible y necesario.

- Llamamos a construir un modelo mesoamericano para poder gobernar desde
abajo hacia arriba, sin distinciones de ningún tipo, para poder manejar
nuestra propia agenda regional es preciso avanzar con nuestro propio
concepto de democracia y gobernabilidad, para ello debemos consolidar un
verdadero Movimiento Social Mesoamericano que sea capaz de alcanzar
estas transformaciones. Nos manifestamos también en contra de la
corrupción de los gobiernos de la región, que afecta a millones de
personas al negarles sus derechos a una vida digna, con trabajo, salud,
educación, agua potable y otros servicios, pues los recursos públicos se
consumen en pagar por privilegios para unos pocos.

- Creemos fundamental lucha por la construcción de un Estado Laico, con
igualdad y equidad de género, que luche realmente contra la violencia
familiar, en pro de los derechos sexuales y reproductivos, con justicia
económica y en pro del aborto terapéutico. Necesitamos asimismo
promover una espiritualidad liberadora, integradora y restauradora de
nuestras culturas e identidades.

- Finalmente, el VII Foro Mesoamericano de los Pueblos manifiesta su
solidaridad para con los Cinco Héroes Cubanos, vilmente encarcelados en
las prisiones del Imperio estadounidense, pues su lucha es la de todo un
pueblo y la de todo un continente que aspira a un mundo con libertad,
justicia y equidad. Nos manifestamos también en solidaridad con todos
los presos políticos de toda la región mesoamericana y de todo el
continente, en especial los presos políticos en Oaxaca y los estudiantes
perseguidos y encarcelados actualmente en Panamá.

La realización del VII Foro Mesoamericano ha sido de vital importancia
para continuar la construcción de pensamiento y articulación de acciones
colectivas, pues ha permitido reencontrarnos en discusiones y debates
necesarios para conocernos mejor y poder pensar en un proyecto social
alternativo, de alcance regional.

Reafirmamos la necesidad de seguir profundizando nuestra articulación,
pues necesitamos dar pasos que vayan más allá de la celebración del Foro
como evento, para construir un Movimiento Social Mesoamericano donde los
Foros sean parte de este proceso pero no su objetivo principal. El
próximo Foro Mesoamericano de los Pueblos será realizado en México, en
el 2009, por lo cual desde ahora alentamos la participación popular en
este importante espacio de encuentro de luchadores y luchadoras de toda
la región.

¡VIVA MESOAMÉRICA UNIDA!
¡OTRA MESOAMÉRICA Y OTRO MUNDO SON POSIBLES!

Managua, Nicaragua, 16 de julio de 2008.

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