martes, 5 de agosto de 2008

Muestra poética de Rosina // www.redacciónpopular.com

De: joo cesar - jocajoo1@yahoo.es
Fecha: Mié, 30 de Jul, 2008 8:02 pm
Asunto: Muestra poética de Rosina // www.redacciónpopular.com

Antología de Rosina Valcárcel

Enviado por Raul Isman el 30/07/2008
Seccion : Arte

Rosina Valcarcel ha sido operada y se recupera. Ella misma dice:
"Estar internado y operarte en una ciudad subdesarrollada como Lima
es semejante a pasar una temporada en el infierno. Transcurridos 9 días
siento aún que quedé en el limbo, bajo un eclipse sin memoria, sin historia,
con la frente caída. Cómo poder recomenzar?".
Por fortuna vuelve a crear bellos juegos con las palabras, de lo cual da cuenta la presente antología.


Nos fecunda el viento
(a Diana Ávila)



Nos fecunda el viento, amiga mía



El aroma oscuro de los pinos más altos



Y extendemos nuestra mano a los débiles







Si nos hurtan el pasaporte a escondidas



Si nos queman la biblioteca



O patean nuestro cuerpo indomable







Hay que dibujar la libertad en el ala de la alondra



Y volar sobre la playa La Punta



Como la esperanza y refugio de la patria







Pues tus ojos egipcios son el espejo de la Luna



Tu cabellera de olas un ramo de orquídeas



Y tus manos capulíes el susurro de la tierra












lima, 16 julio 208.

Diario, lima, domingo13 de julio.




"Pajarillo verde cómo no quieres que llore…".







Se largó sin nombre ni rostro



Silbando la quimera de haberme amado



Árbol de verano que desfloras



Las cuatro estaciones



Donde moran los anhelos carmines



Miradas y deseo susurran al oído



Recién lo advierto



La imagen arde sobre una isla



La ausencia turba / el humo de tu cigarro



Aguardé una señal que nos redima



Una botella al mar



Una carta arrebatada



Sonriendo entre sueños



Pero sólo hallé fuego blanco



Sombras, locura



La palabra revolución



Marchita



Arrastrando mis ilusiones



Y no puedo



Evadirme







Mi habitación está vacía



Vanos poemas cruzan



Silencio, ansias



Implacable invierno



Amaneces



Dejándome



Varada







ANDANTE



(a Carlos Pongo)




Sentado sobre el sillón se te ven los ojos acero mi ángel



Y tu leve cabello color café Tienes la voz cálida



El paso firme El brazo largo La risa franca



¿En qué ciudad habitas?



Acaso donde giran sólo los astronautas







La tierra de Walt Whitman



El silencio de ese asfalto pálido



Ahí fosforescente tu figura se yergue bajo el amanecer



Tu rostro es el libro ambarino intacto



Amigo amigo, manos de relámpago



Tienes la alegría de lo imposible



Y la armadura contra el miedo a la adversidad







Rumbo a la tarde voraz



Te escribo esta carta al pie del Mar



Arrastrando las ansias de un mundo fallido



Que me trague la tierra o el humo de un volcán







No recuerdo tus orejas ni tu cuello



Confundo tu imagen con la del Caballero Andante



Silbando todas las notas del violín



Hoy siento la medida de tu corazón



Cubriendo mis heridas blancas



Eres la lluvia tenue que lo cubre todo



Hasta el anhelo



Reverdeces








Lima, 26 junio 2008.





Para ser revolucionario

(a Julio)



Para ser revolucionario



Debes tener buen humor



Y creer en la gente



Andar hidalgo, sabio



No perder de vista ser leal



Reservado Caminar kilómetros



Ser alfarero, ecologista, agrónomo



Claras tus manos han de alcanzar el río



Volver el perfil mas sólo un instante



La tarde gris no oculta al guerrero



Tu horizonte debe ser verde olivo



La oración breve La voz firme



El brazo abierto a la música



Las cartas de amor bellas



Jamás perder la ternura



Es arduo ser revolucionario



El fuego tarda pero se enciende



A la hora del crepúsculo





(02/07/2008, 6 p.m)








NOSOTROS




Nosotros no inventamos la Historia
Ésta existía cuando abrimos los ojos al mundo
La patria es cierta cuando uno es muy joven



Hoy balbuceo suspiros y lágrimas
mi cuerpo de barro se desmorona
el desarraigo, el rubor



Nuestros pulmones quedaron dispersos en toda el país
con el vaivén de las chozas andinas aprendimos el color del día
con el fuego blanco de la ciudad tejo mi soledad callada



Acabo de narrar que los conozco
que he visto vuestra nave despegar al amanecer
mientras mis ojos se quedaban quietos en la roca más alta



A veces pienso soñar otra vez
pero el reposo de la guerrera se impone
queridos




compañeros



Ay mi Comandante mi Compañón
cómo no amar hasta la rabia de extraviarte
con el día que riegas a pedazos




Carta a mis Compañeros







y súbita una señal en el viento



ya no tiene sentido que siga



gestando banderas verdes o rojas



dando vivas al Paro del 9 de julio



ni que el pasado cubra



mis flores marchitas







Me quedo



subterránea



Bajo el aroma de iras



y violines Adioses y praderas



la Historia me da la espalda







sola en este campo de batalla



al filo del Océano Pacífico



sin otro aliado



que yo



rosina y el gran monte



de palabras huecas








martes 1° julio, 2008, 12: 20.







FÁBULA



(a Víctor Raúl S.)







Una pálida mano sin nombre



Terca roja herida



Juega con sus huesos



Entregándose al prójimo



Siempre dispuesta



Como esa muchacha en la calle



No le fatiga tanta fábula



Ni su efímera eternidad







En la Molina alguien resuelve



El crucigrama mientras escucha



El silbo de los pájaros



El cumpa charapa cuenta novedades



Ofrenda pan, queso aceitunas, Guaraná



Insiste.



La imagen sagrada de la Revolución



Golpea



Sin dejar espacio para nada.








1° Julio 2008, 10: 55 a .m. Lima.



Anaïs Nin


a MT




¿Por qué vuelas primaveral
Calcinada entre espectros



Y silbas cada 21 de febrero



A las 12 de la noche?





Más allá de los inmóviles Lunes
Y de la absurda edad de la razón
Anaïs avanza



Su amor por Henri



Sus aretes redondos



El pañuelo rojo sobre la cabellera
La falda lila cubriendo sus pies



eclipsado oro de la tierra







*



Florece la uva Los sueños oscilan



Escaso el vendaval festivo



Irradia el atardecer



Mientras temerosa la gacela sedienta



Bordea el umbral de mi huerto



Caída dispersa de hojas



Viaje confuso de alondras.








Sueño
(a Raúl I.)




¿Estás habituado al desamor?
No obstante puedo asir el rumor de tu espíritu
Hemos sobrevivido a la Historia
al anhelo permanente de no ser los malos de la película
y al sentir la alegría de tus manos imaginarias
necesito volver a los 17
como aquel día que nos encontramos
bajo el aire adolescente y las flores lilas
el embrujo de los primeros sueños
primeros héroes, libros y presagios
señales que hoy siguen poblando
las habitaciones verdinegras
al borde de la locura




21 junio 2008.











Plaza San Martín 1964





Plaza San Martín 1964

Otoño de rosas anunciadas



Sin detenerse en las ruinas de Lima



Arrebatados por el ojo de Antonin Artaud



La lucidez de Henri Michaux y la nostalgia



De Jacques Prévert



Ojeda, Cúneo, Julio y esta alquimista



Construyeron sus sueños



Un jardín de amapolas y esperanzas



Una mesa desteñida en el viejo Palermo



Ellos quisieron beber en tierra viva



Sembrar en el camino del arriero



Fusilar al enemigo con sus filtros de lata



Evitar el suicidio



Con su pluma encendida



Celebrar a Javier y Edgardo



Oír a Atahualpa Yupanqui



Festejar los mitos andinos



El maíz y el molle



¿Quién podría negarlo?











Miércoles, 18 junio 2008.















NO VUELVAS MÁS



No vuelvas más rayo de obsidiana
No sabes.
Tu inesperada tarde en el Viejo continente
Ese grave color plata en el firmamento
Ese ámbar negro extraviado de mi ser
No tornes más
¿Existimos? Bien
Se percibe aquí tu lección oculta
¿Qué hacer?
Lentitud de la tierra
El viento pasa
Mi amor de escarcha
Desaparece detrás del monte esmeralda
Las hostiles calles de Lima me arrojan
Al seco fuego otoñal

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